A menudo esa pregunta golpea mi cabeza con fuerza y desesperación.
¿Hasta donde vamos a llegar?
La especie humana se ha estancado, somos como un absurdo y patético rebaño en el circo del capitalismo, la inocencia de los niños se perdió con el paso de los años, los adolescentes solo se preocupan por ser el más "chungo" del barrio, los sueños joviales puros e innovadores fueron arrancados y destruidos sin piedad...
Aún así y en contra de todo pronóstico, sigo teniendo fe.
Fe en la gente humilde y alocada. Fe en la libertad y en la paz .
Fe en el inconformismo de la sociedad. Fe en los artistas callejeros de muro y pincel.
Fe en la originalidad de lo diferente.
Fe en ti y en mi.
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