Noche de un Lunes cualquiera, entrando casi en la prematura madrugada del Martes.
El porque de este "post" creo que no hace falta explicarlo, y si algún curioso lector siente la impetuosa necesidad de saberlo, ya anticipo que con cada línea escrita mis sentimientos se irán desnudado palabra por palabra, letra a letra.
Ella, es el porque de todas las razones. Es curioso a la par que hermoso ver como el caprichoso destino juega al ajedrez con nuestras frágiles vidas. Y como dos personas tan parecidas, viviendo practicamente en la misma calle durante 18 años, han tenido que conocerse ahora, precisamente ahora. ¿Y Porque no antes?.
Nunca lo sabremos, pero quizás el destino azaroso así lo ha decidido. Y me llena de vitalizante felicidad porque quizás el Verano del 2011 era el momento y el lugar adecuado para hacerlo.
Ella, es una de esas personas con las que las palabras sobran, las risas no faltan y la complicidad se adueña de cada uno de los momentos que vives junto a ella.
Y así es como en apenas unos meses, llegas a conectar con alguien a un nivel casi espiritual.
Es algo mágico, volcánico que te llena de fuerza y tranquilidad. Así es ella.
Y es en ocasiones como esta en las que disfruto del gozo que la vida me brinda.
Afortunada porque alguien como ella, se ha cruzado en mi camino, en este misterioso sendero de la vida, que una vez más me demuestra que a veces puede brillar con una intensidad cegadora que te llena de paz y júbilo.
Felicidades.
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