miércoles, 9 de octubre de 2013

Amargo Oktober.

Pensaba que Septiembre iba a ser un mes duro, pero lo cierto es que fue mejor de lo que esperaba.
Septiembre  huyó de forma sutil y fortuita, pero su amigo octubre me esperaba a la vuelta de la esquina para propinarme un mazazo de realidad.
La más absoluta y des-motivadora realidad.
Lo cierto es que hay planes futuros de independencia (no muy lejanos además), pero esto de volver a casa de tus padres cuando has medio-saboreado la independencia y la libertad no se hace nada fácil.
Y lo cierto es que las discusiones con los progenitores son mínimas, pero no puedo borrar los detalles de mi antigua vida.
Añoro esos despertares fríos en los que me vestía casi metida en la cama para ir a prácticas, el descanso en el hospital con los demás compañeros, las mil y una anécdotas que siempre hacían más llevadera la jornada.
Esos Martes de cine porque sí. Andar hacía el centro de salud con mi bufanda y  Django en los oídos.
Las comidas comunes, llegar de prácticas y dormirte en ese sofá que era incluso más cómodo que nuestras camas.
Añoro los partidos de la selección, los clásicos, bañarme en la fuente con mis demás compañeros atléticos.
El filosofeo a altas horas de la madrugada, los afters con macarronadas incluidas.
Despertarte a las mil y una un sábado e irte de cañeo haciendo ruta desde el Leiton hasta el centro de Plasencia.
Bebernos una botella de orujo entera mientras preparamos un juego para seguir bebiendo por la noche.
Los desayunos comunes improvisados y patrocinados por el "Sedi". Las noches viendo "Tu Cara me Suena".
Cada acontecimiento insignificante era bueno para celebrarlo con una cena o unos litros.
Los cumpleaños temáticos, las canciones del año maricastaña del mp4 de Fran.
Añoro incluso las tareas de la casa, los días de limpieza general, los viernes de peli y chucherías.
Esos domingos que nos pasábamos en pijama sin hacer nada, jugando a "que tengo en el coco" o haciendo brownies (bueno Lucia los hacía y nosotros nos los comíamos).
Jueves de increpar a "irus" con el láser después de habernos tragado dos americanadas seguidas sin pestañear. Ver película tras película sin importarnos la hora que era.
La ceremonia de los Oscars haciendo "trajes" a todo el mundo.
Las mil y una canciones que eran más bien nuestros himnos.
La semana de la graduación y ese halo especial que lo envolvió todo. Salir a correr a la isla.
Y así me pasaría una vida entera, recordando mil y un detalles, pequeños, insignificantes pero que han hecho de estos años los más importantes de mi vida. Y aunque tengo las esperanzas y las ilusiones puestas en un nuevo futuro en Noruega (si todo sale bien) en este "oasis" de mi vida no puedo evitar echar la vista atrás, no muy atrás simplemente hacia este invierno, y sentir eso de que "todo cualquier tiempo pasado fue mejor".
Pero ya veo la luz al final del túnel y se que el único sentimiento que merece la pena que me inunde cuando recuerdo todo esto, es sino otro que gratitud.
La gratitud más sincera, por haber tenido la suerte de haber vivido todos y cada uno de estos momentos.
Y ahora se sin lugar a dudas, que vendrán más, muchos más.


miércoles, 31 de julio de 2013

Santander.



Dos semanas y tres días desde aquella despedida agridulce, una vez más el mundo me brindaba la oportunidad de conocer y admirar nuevas mentes. 
30 personas que en apenas 5 días conectaron de forma casi sobrenatural.
Nunca vi tanta buena energía acumulada.

Momentos en clase, entre descanso y descanso, las visitas al mágico y cautivador corazón de Santander, las noches de playa y Irish Pub, las caras de resaca a las 8 de la mañana, las comidas y cenas multitudinarias, los debates y filosofeos de madrugada...


No solo fue un intensivo de enseñanzas, fue un intensivos de sentimientos, lazos, experiencias y sensaciones.
Todavía recuerdo los nervios de aquel domingo en el tren, ¿Y si no encajo con nadie?  ¿Y si paso la semana entera en la más marginal de las condiciones?
Y todavía recuerdo fervientemente como al sábado siguiente la mitad de nosotros lamentaba que aquello no durara tres semanas más, mientras que la otra mitad intentaba disimular las lagrimas que se escapaban.
No me gusta escribir sobre tópicos, pero me voy a permitir la licencia, ya que estas pequeñas cosas, estos momentos, estas nuevas experiencias son las que hacen que la vida valga la pena.
Gracias Santander por ese encanto natural que posees y gracias a mis geniales compañeros a los que recordaré siempre e inevitablemente con una sonrisa en los labios.




jueves, 27 de junio de 2013

Confesiones "Feisbuqueras"

"Se que muchos esperabais que el día de la Graduación, como poseedora del titulo oficial a "peor delegada de la historia", me subiera a ese imponente atril y diera un discurso ante todos esos compañeros de andanzas y juergas.
Pero las caprichosas musas no siempre acuden cuando se las requiere.
Hoy, 20 de Junio de 2013 las hormonas me juegan una mala pasada y hacen que esté mucho más sensible y ñoña que de costumbre. Espero que no me lo toméis en cuenta.
Todo comenzó en un ya lejano 2009. 
Plasencia..Donde cojones estará eso? Seguro que fueron las primeras palabras de muchos, y comenzamos esta aventura sin saber que la mayoría partiríamos de esta pseudo-ciudad con un sabor agridulce.
Benditos veteranos que nos decían: "Que suerte tenéis que dure un año más". Razón no les faltaba.
Cuatro años de vandalismo callejero y macarronadas. De cerrar bares, de salir un Lunes por que sí y el Martes siguiente, pues también.
De patatas amarillas del Javi, Miércoles de portón y resaca.
Cuatro años de irus, ferias y puerto.
De baños en la isla con huidas incluidas.
Capeas y revolcones, cerveza barata y césped.
Cuatro años acosando al pobre de Alfonso VIII, robando señales de tráfico y haciendo carreras de contenedores. 
De sectas, "juanjo y esos", apestados y mil motes más.
Tiempo en el que mil veces hemos recorrido el camino al Mooma, camino que somos incapaces de recordar cuando vamos completamente serenos.
Bailes y canciones del año maricastaña, de primeras veces, tacones perdidos y medias rotas.
Descansos hospitalarios que se convertían en océanos de tiempo. 
Bodas gitanas y comunas hippies.
Cuatro años en el que tantas experiencias se acumulan que es imposible enumerarlas todas.
Gracias a todas las personas que han formado esta gran familia.
A las que llegaron y se fueron.
Las que se quedarán, las de un simple "hola" en clase.
A los compañeros de juerga y faena; a los de filosofeo y litrona.
Aquellas con las que ni siquiera cruce palabras.
A las que me hicieron cambiar a mejor, a los que me odiaban en primero y a los que siempre tuvieron fe en mi.
Compañeros de clase, de fiesta, de experiencias, de piso, de afters y llantos.
Nuestros caminos se separan pero me llevo lo mejor de cada uno de vosotros.
Y recordad, siempre nos quedará el Navalinda."


miércoles, 15 de mayo de 2013

Grandes.

He tardado mucho en ponerme "moñas", supongo que mi agitada e incansable mente no había caído en la cuenta hasta hoy de que el final esta cerca.
Inevitablemente vienen a mi memoria las mil y una anécdotas que han acontecido estos dos días.
Momentos en los que nada ni nadie parecía poder derribarnos, en los que desafiábamos toda crisis ya fuera sentimental, existencial o incluso económica.
Voces forzadas, risas interminables, pies incansables y lo más importante de todo, todas y cada una de las personas con las que comencé esta andanza allá por un lejano 2009.
Han sido cuatro años en los que he crecido como persona, en los que he sufrido, me he agobiado, he reído hasta hacerme daño, he bailado y cantado sin preocuparme el mañana, he conocido el verdadero significado de la palabra amistad, me he desilusionado y vuelto a ilusionar como si de una infante se tratara. He caído y he levantado, he compartido, corrido, desafiado. He vivido.
Se que con muchos de vosotros no volveré a cruzar esas miradas, ni esas risas, pero de lo que estoy 100% segura, es que nunca olvidaré los 4 años que me hicisteis pasar.
Esto no es un final, es un nuevo comienzo y por muchas horas, días y semanas que pasen a partir de ahora, nada podrá borrar la huella de algo tan grande.
Nos vemos de after en el Navalinda.










domingo, 30 de diciembre de 2012

Desafiando a los Mayas.

A menos de 24 horas para el último día de este agotado y cansado 2012, aquí en mi pequeño habitáculo refugiada delante de la pantalla de mi querido amigo "Tosh" intentando plasmar y despedir a nuestro amigo 2012 como se merece.
Cómo empezar a describirte querido 2012. Supongo que comenzare por el principio.
Tuviste un comienzo bueno, que digo bueno, un comienzo triunfal.
2012 empezó con un Enero cargado de buenos momentos donde las expectativas se quedaban cortas frente a la realidad.
Y así mes a mes fuiste muriendo poco a poco de una forma grandiosa y estrepitosa.
Me enseñaste a valorar lo que tengo una vez más y a sentirme afortunada cada vez que miro a mi alrededor.
Me brindaste momentos épicos donde la emoción me dejó sin palabras, una vez más.
Me hiciste sentir especial, única y más querida que nunca. Y aunque tuviste días grises, nunca empañaron mi alma, sino que cada vez que uno de ellos moría, una nueva y valiosa lección nacía en lo profundo de mi ser.
Por ello te doy las gracias. Por mostrarme una vez más mi camino a seguir y por permitir que tantas dichas se cruzaran en el.
Por hacerme crecer como persona a cada minuto, por dejarme disfrutar de tantas cosas.
Y por lo más importante de todo, gracias por mostrarme que nadie mejor que yo puede cuidar de mi misma.
Ahora solo decirte que te despediré como te mereces y aunque se que el 2013 será un año duro, lleno de cambios y despedidas se que me brindará tantas alegría como tú.
Adiós querido 2012.




































jueves, 22 de noviembre de 2012

La prosperidad hace amistades, la adversidad las prueba.


                                                         

Sobran las palabras para hablar de este personaje. Increíble como confidente, admirable como amiga, cómplice de las mil y una batallas libradas, dueña del grito y la vitalidad.
Año arriba, año abajo la geniallidad destaca por encima de todos sus insignificantes defectos.
Más que amiga, hermana. Felicidades Rata.